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Co-Creación de formas de vida sostenibles: 24 historias de innovaciones sobre el terreno

  • Published on February 1, 2022

En el año 2014 se lanzó el Programa de Educación y Estilos de Vida Sostenibles (SLE) como uno de los seis programas bajo el Marco de Programas de 10 Años de la ONU sobre Patrones de Consumo y Producción Sostenibles (10YFP, que ahora se conoce como One-Planet Network). El Programa ha apoyado 24 proyectos que están fomentando el cambio hacia formas de vida más sostenibles. Basados ​​en los contextos únicos de las sociedades locales, los 24 proyectos identificaron las necesidades y oportunidades para crear contextos donde las personas puedan vivir vidas más sostenibles y resilientes, y llevaron a cabo una diversidad de acciones para lograr sus objetivos. Se enfrentaron a muchos imprevistos como la pandemia del COVID-19 que dificultó el cumplimiento de algunas de las actividades previstas. Sin embargo, estas situaciones desafiantes permitieron a los equipos y socios del proyecto, así como a la Oficina de Coordinación del Programa SLE, revisar los significados de sus esfuerzos para permitir formas de vida sostenibles y confiables.

Este informe profundiza en los puntos esenciales de estos proyectos, incluidos los desafíos de los estilos de vida sostenibles, las oportunidades utilizadas, las acciones realizadas, el aprendizaje y otros logros. Los puntos destacados incluyen: 

  • Desafíos de los estilos de vida sostenibles

  • Oportunidades encontradas

  • Acciones tomadas

  • Aprendizajes

  • Logros
  • Ampliación del alcance y replicación

Las lecciones aprendidas sugieren que debemos ampliar nuestra perspectiva para comprender mejor las necesidades y los enfoques de los estilos de vida sostenibles. En primer lugar, si bien la comprensión y las prácticas anteriores en la búsqueda de estilos de vida sostenibles se centraron en los impactos negativos derivados del consumo cada vez mayor por parte de los grandes consumidores, incluidos los del mundo industrializado, no se ha prestado suficiente atención a las diversas otras condiciones que ponen en peligro la vida diaria. Hay muchos subconsumidores, que no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Además, incluso las vidas de las personas que logran satisfacer sus necesidades pueden verse fácilmente en peligro con los cambios a nivel social, como lo ilustraron las interrupciones causadas por la pandemia de COVID-19. Los vínculos entre estas dos condiciones, los impactos del consumo excesivo y la vulnerabilidad de la vida, también deben abordarse para permitir contextos alternativos de vida tanto para los consumidores elevados como para aquellos en condiciones de vida vulnerables. Se están apoyando vidas de alto consumo a costa de que otros puedan vivir vidas dignas y sostenibles. Aquellos que viven vidas menos impactantes también tienen una gran sabiduría para compartir sobre cómo vivir de manera menos dañina, ingeniosa y sostenible. En segundo lugar, debemos tener en cuenta que no existe una comprensión definitiva de los patrones de vida y enfoques deseables y sostenibles, y que los equipos del proyecto no tenían una hoja de ruta clara antes de la implementación. A través del aprendizaje práctico, los equipos de proyecto y los socios obtienen gradualmente una comprensión más profunda de sus patrones deseables de vida, así como de sus capacidades para permitirles una colaboración más sólida con sus socios. Los desafíos imprevistos para las condiciones de vida locales, como la pandemia, han llevado a los equipos y socios del proyecto a profundizar su comprensión del significado de medios de vida sostenibles y confiables, así como las capacidades que necesitan desarrollarlos. Por lo tanto, la parte esencial de los esfuerzos hacia la sostenibilidad radica en la confianza en sí mismos que pueden dar forma o mantener contextos alternativos para los medios de vida y estilos de vida, que luego desarrollaron a través de la colaboración y la creación conjunta. Con esto en mente, los socios, como los donantes o los coordinadores de programas, podrían apoyar de manera efectiva tales iniciativas a nivel de base a través de un modo flexible de monitoreo y evaluación que fomente la planificación e implementación adaptativa en lugar de simplemente verificar el progreso según lo planificado, así como facilitar los diálogos creando y compartiendo narrativas de cambios y empoderamiento.

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