Las pilas son uno de los productos de mayor consumo en nuestra sociedad, ya que son la fuente de energía necesaria para el funcionamiento de equipos y productos que utilizamos día con día.

Existe una tecnología de pilas de botón denominada "óxido de mercurio", la cual contempla el 33% de mercurio en relación con el peso total, misma que ha sido desplazada por nuevas tecnologías de pilas de botón; a pesar de esta situación, es probable que la tecnología a base de mercurio siga siendo utilizada en algunas partes del planeta para fabricar ese tipo de productos.

No todos los residuos de pilas son peligrosos; sólo aquellos que contienen metales pesados, como mercurio o cadmio, los cuales pueden provocar daños al ambiente y a la salud. Es por ello que los consumidores finales pueden contribuir a reducir el impacto y el riesgo asociado a los residuos de pilas, adquiriendo, en la medida de lo posible, productos con tecnologías libres de metales pesados.