Estrategia Nacional de Economía Circular

El principal aporte diferenciador del modelo de economía circular hacia el cual busca transitar Colombia, es su carácter sistémico y holístico para impulsar la transformación de los sistemas productivos, de esquemas lineales hacia modelos circulares. Esta transformación implica un
proceso de cambio a través de diversas tipologías de innovaciones, que se manifiestan a diferentes niveles de los sistemas productivos; a nivel micro de empresas y productos; a nivel meso de cadenas de valor, parques industriales; y a nivel macro de ciudades, regiones y cuencas hidrográficas. De esta manera, la Estrategia busca promover la eficiencia en el uso de materiales, agua y energía, teniendo en cuenta la capacidad de recuperación de los ecosistemas y el uso circular de los flujos de materiales.

A partir de la implementación de la Estrategia, se buscó: i) desarrollar innovaciones y actualización en instrumentos normativos hacia la economía circular; ii) crear nuevos modelos de negocios que promuevan la economía circular; iii) impulsar la investigación y fortalecer capacidades en innovación para la transformación productiva hacia la economía circular; iv) avanzar en mecanismos cooperación internacional para la transición hacia la circularidad; v) desarrollar un sistema de información al servicio de la economía circular; y vi) promover una cultura ciudadana en economía circular a partir de comunicación.

Bajo esta misma línea, se priorizaron seis líneas de acción, tomando en consideración el diagnóstico y las recomendaciones de políticas públicas previas, así como las oportunidades y potenciales identificados en el país: i) flujo de materiales industriales y productos de consumo masivo; ii) flujo de materiales de envases y empaques; iii) flujos de biomasa; iv) fuentes y flujos de energía; v) flujos de agua; y vi) flujo de materiales de construcción.

De esta manera, Colombia es el primer país de América Latina y el Caribe en contar con una estrategia para transitar hacia un modelo de desarrollo económico que incluye la valorización continua de los recursos, la reducción de la huella hídrica y de carbono, el incentivo al consumo sostenible, el cierre de ciclos de materiales, agua y energía, la innovación tecnológica, la promoción de la simbiosis industrial y el emprendimiento y la consolidación de ciudades sostenibles

Lo anterior, partir de la lógica de “producir conservando y conservar produciendo”. Se trata de construir un modelo de crecimiento de los ingresos y del bienestar, dentro una estrategia de utilizar menos recursos (materia prima, energía y agua) y generar mayor valor agregado. La Estrategia introduce una nueva lógica para desarrollar nuevos modelos de negocio, apalancándose en el liderazgo ambiental para generar mayor productividad, transformación y competitividad en la economía.